Combates entre ángeles v demonios. Causa, la Iglesia o Mujer vestida de sol.

Quinto tapiz (tercero, entrando, a la derecha).-

Escena primera (mirando al tapiz, arriba y abajo, izquierda). Batalla de San Miguel y sus ángeles contra los monstruos del averno. Hay dos rótulos, en latín, que dicen: «Miguel» y «Satanás». En el cielo se trabó una batalla. Miguel y sus ángeles declararon la guerra al dragón. Lucharon el dragón y sus ángeles, pero no vencieron, y desaparecieron del cielo definitivamente. Al gran dragón, a la vieja serpiente que se llama diablo y Satanás y extravía a la tierra entera, se lo precipitó a la tierra; y con él se precipitó a sus ángeles” (Apoc. 12, 7-9).

Escena segunda (abajo, centro) Un ángel está poniendo alas de águila a la Mujer, para que pueda huir del dragón de 7 cabezas, camino del desierto. Encima, un poco a la izquierda, se la puede ver ya volando. "Cuando se vio el dragón arrojado a la tierra, se puso a perseguir a la mujer que había dado a luz el hijo varón. Mas la mujer recibió dos alas de águila real para volar a su lugar en el desierto, donde será sustentada un año y otro año y medio año, lejos de la serpiente” (Apoc. 12, 13-14)

Escena tercera (algo a la izquierda, también junto a la Mujer). El dragón que ha intentado detener a la mujer. Se le puede ver vomitando un río de agua. "La serpiente, persiguiendo a la mujer, echó por la boca un río de agua, para que el río la arrastrase. Pero vino la tierra en ayuda de la mujer, abrió su boca, y se tragó el río salido de la boca de la serpiente (Apoc. 12, 15-16 ).

Escena cuarta (encima de la Mujer, a la derecha). Una bestia, de 7 Cabezas, 10 cuernos y 10 diademas sale del mar, y recibe adoración de las gentes, quienes le levantan altares. Hay rótulos en latín que dicen así: «Blasfemia» «¿Quien semejante a la bestia? ¿Quién podrá enfrentarse a ella?» Apoc. 13, 1-4: "Entonces vi una fiera que salía del mar. Tenía 10 cuernos y 7 cabezas; llevaba en los cuernos 10 diademas, y en las cabezas un título blasfemo. La fiera parecía una pantera, con patas de oso y fauces de león. El dragón le transmitió su poder, su trono y una gran autoridad. Una de sus cabezas parecía tener un tajo mortal; pero la herida mortal se había curado. Todo el mundo, admirado, seguía a la fiera. Rindieron homenaje al dragón por haber dado su autoridad a la fiera, y rindieron homenaje a la fiera, exclamando: «¿Quien como la fiera? ¿Quién podrá combatir contra ella?»"   

Escena quinta (abajo, derecha). La bestia hace la guerra a los santos. Apoc. 13, 7: "Se permitió a la fiera guerrear contra los Santos, y vencerlos; y se le dio autoridad sobre toda raza, pueblo, lengua y nación”.            

Escena sexta (centro, derecha). Otra bestia, de 2 cuernos, y que ha salido de la tierra, obliga a las gentes a adorar a la bestia salida del mar, cuya imagen aparece en una columna. Apoc. 13,11-12: "Ví después otra fiera que salía de la tierra. Tenía 2 cuernos de carnero, pero hablaba como un dragón, Y ejerce toda la autoridad de la primera fiera, a su vista; consigue que el mundo entero y todos sus habitantes veneren a la primera fiera, la que tiene curada su herida mortal”.

Escena séptima (arriba, derecha). El Cordero aparece erguido en el monte Sión. A las faldas del monte, los escogidos. El torrente, que simboliza los cán­ticos de alabanza, ocupa el fondo de la escena. Hay un rótulo, en latín, que dice así: «Sión». Apoc. 14, 1-3: “Miré, y apareció el Cordero, de pie sobre el monte Sión, y con él 144.000: los que llevan suscrito en la frente el nombre del Cordero y el nombre de su Padre. También oí un fragor que bajaba del cielo, parecido al estruendo del océano y al estampido de un trueno fuerte: es el son de citaristas que tañen sus cítaras delante del trono, delante de los 4 vivientes y los ancianos, cantando un cántico nuevo”.

Escena octava (arriba, centro). Tema ornamentalCristo, rodeado de los 24 ancianos y de los símbolos de los Evangelistas, preside todas las escenas del tapiz.