Ocupan el coro setenta sitiales, de estilo
clásico, en cuyos respaldos aparecen escenas imaginarias de las cruzadas,
en relieve.
Es obra de Ramón Lapayese.
Entre el coro y el altar mayor está la tumba
en que fue enterrado Francisco Franco.
Al lado izquierdo, una estatua de San Benito
fundador en el siglo V de la Orden Benedictina, la que cuida del culto en
la Basílica; junto a él, relieves de monjes benedictinos.
Al lado derecho una estatua de San
Francisco, patrono de Franco, y relieves de frailes franciscanos.
Encima de la madera de los respaldos, doce
estatuitas de Santos Doctores, en madera; casi todas con un libro en la
mano. Según confesión del artista, se hicieron más estatuitas,
que no se llegaron a colocar.
La
puerta del fondo comunica con el túnel que rodea al coro y que va a salir
a las capillas del Santísimo y del Cristo yacente. Avanzando de frente,
se entra en el ascensor que sube al plano del monasterio. Junto al
ascensor, una escalera de 300 peldaños.
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