La
Basílica Menor de la Santa Cruz del Valle de los Caídos se enclava en el
paraje que se denominaba Cuelgamuros:
topónimo acaso alusivo a las escarpadas paredes de su montaña.
El
lugar se encuentra en el término de San Lorenzo de El Escorial, a
cincuenta y ocho kilómetros de Madrid, doce de El Escorial, cincuenta y
ocho de Ávila y cuarenta y cinco desde Segovia.
La
cerca que rodea los terrenos del
Valle, que abarcan 1.365 hectáreas, es de mampostería, de 1,50 metros de
alta y 25 kilómetros de larga.
La
entrada al Valle está a 970 metros sobre el nivel del mar; la explanada
de la abadía, a 1.300 metros; la base de la cruz, a 1.400; y lo más alto
de la cruz, a 1.550. Por encima de la cruz sobresale el pico
Abantos,
de 1.750 metros. La carretera que lleva desde la entrada al Valle hasta el
monumento tiene una longitud aproximada de seis kilómetros.
La
obra comenzó el año 1940. Fue el general Francisco Franco quien concibió
la idea y encontró e1 lugar. Decidió el emplazamiento contemplando Cuelgamuros
desde el montículo conocido por Altar
Mayor, al que subió con el general Moscardó, por la ladera
norte, más suave. Él mismo buscó los arquitectos y los artistas,
supervisó los planos y los trabajos. En la construcción intervinieron
sucesivamente dos arquitectos: Pedro Muguruza y Diego Méndez.
El
viaducto por el que discurre la carretera que salva la hondonada del
arroyo Guatel
tiene 50 metros de altura.
La
basílica alberga los restos mortales de combatientes de ambos bandos de
la guerra civil 1936/1939, en número aproximado de cincuenta mil.
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