A
los lados del altar, en donde en tantos templos figuran los Evangelistas,
se han ubicado las imágenes de cuatro arcángeles, de 7 metros de altura,
obra de Juan de Ávalos:
San
Miguel a la derecha del coro, con su símbolo, la espada. Luchó y venció
a Luzbel, el diablo.
San Rafael, enfrente, con sus símbolos, el
bastón de caminante y el pez. Acompañó a Tobías y es acompañante en
las sendas de la vida.
San Gabriel, a la izquierda del coro,
Lleva su
símbolo, la azucena. Anunció a la Virgen María que sería Madre de
Dios.
San
Uriel (Jazrael, Azrael), del que hay referencia en el segundo libro apócrifo
de Esdras. Es el ángel que presenta ante Yaveh las almas de los justos.
Aquí está en actitud orante, según la costumbre judía.
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